Contratar un copywriter profesional en tiempos de Juan Palomo
Últimamente estoy viendo por Internet muchas cosas como esta:


Y la verdad sea dicha, me fastidian bastante.
No solo porque creo que se intenta desvirtuar una profesión de forma que parece que toda su complejidad fuera pura invención, sino porque además, hace que parezca que el trabajo de un copywriter sea algo tan fácil que cualquiera pudiera hacerlo.
Siento que es un insulto hacia mis clientes, pues les está dando a entender que no era necesario contratar mis servicios, total, si ya lo podían hacer ellos mismos.
Si esto fuera así, literalmente, nos moriríamos de hambre.
Menos mal que por suerte para nosotros, esos profesionales nada necesarios al parecer, aún contamos con la confianza de nuestros clientes.
Contratar un copywriter para una necesidad puntual, no para que te ayude a comunicar mejor con tu negocio.
Según estos mensajes, prácticamente cualquiera sería capaz de elaborar unos textos persuasivos profesionales, de conseguir objetivos reales de venta, de lograr que los negocios y los dueños de estos negocios destaquen por encima de su competencia y por supuesto, de obtener resultados.
Sinceramente creo que a estas alturas muchos estarán de acuerdo conmigo en que esto no es verdad.
Para conseguir que un mensaje sea efectivo, son muchas las horas que los copywriters profesionales tenemos que dedicar a cada uno de nuestros clientes (tiempo en exclusiva).
Horas previas de documentación, investigación, análisis del negocio y de su competencia… Entonces, ¿por qué desvirtuar así nuestra profesión, haciendo que todo parezca “pan comido”?
La verdad es que no lo entiendo…
Lo que dicen mis clientes. Motivos de peso para contratar a un copywriter profesional
Nadie mejor que ellos para darnos razones completamente objetivas.
He de decirlo, no soy una copywriter convencional. Huyo de todos aquellos que intentan venderme algo como «la novedad del siglo». Los calzoncillos blancos ya estaban inventados cuando mi abuela.
Por eso, cuando oigo cosas «súper novedosas» del tipo “neurocopywriting”, “copywriting emocional”, “emocopy”… queriendo darles la vuelta al rizo para vendernos la moto, se me ponen los pelos de punta.
Una de mis premisas es: «Nunca trates de engañar a la gente».
No le digas a un cliente que va a multiplicar sus ventas solo con un buen copy.
Al igual que esto, no le digas a una persona que NO necesita un copywriter profesional. Porque cuando su frustración les haga llamarnos, yo me voy a sentir mucho peor.
Primero, porque se sentirán engañados. Y segundo, porque me va a costar el doble hacerles confiar en que nuestro trabajo realmente funciona.
Además, ¿quiénes somos nosotros para decirle a nadie si nos necesita o no?. Palabras textuales de un buen cliente.
Lo que yo les digo a mis clientes es:
Hagamos un buen trabajo juntos.
Busquemos un diseñador competente y yo te escribiré unos copys con los que vamos a destacar lo mejor de tu negocio, ese valor que tan solo tú tienes y que no se está reflejando ahora mismo.
Vamos a darles a tus clientes buenas razones para confiar en ti, para contratar tus productos y servicios, y lo vamos a hacer desde la razón y el corazón.
Y después, te voy a aconsejar sobre cuál es el mejor camino a seguir, porque esto de tener una web es tan solo la punta del iceberg, que nadie se equivoque.
Y así es como vamos a conseguir resultados, resultados objetivos, resultados REALES.


Mis clientes valoran que esto no lo pueden hacer por ellos mismos. Porque si no, no me contratarían.
¿Cuándo vale la pena contratar a un copywriter?
No te estoy diciendo que al comenzar tengas que hacerlo directamente contratando a un copywriter, pero siempre será mejor si lo haces.
Piensa que esta inversión la realizarás tan solo una vez, y probablemente vas a recuperarla mucho antes de lo que piensas.
Hace tiempo leí este post de Samu Parra, donde hablaba acerca de cuándo es el mejor momento para contratar a un copywriter.
Planteaba la pregunta que muchos profesionales se hacen y que no es otra que: ¿La inversión marcará la diferencia en mi negocio?
Sé que no es barato contratar un copywriter, máxime si ya has tenido que hacer una inversión previa en un buen diseño para tu web.
Por eso, y como no me gusta engañar a nadie, estoy de acuerdo con Samu en que de nada sirve tener un buen diseño + copy si no acompañas el lanzamiento de tu nueva web con una serie de acciones complementarias.
Por ejemplo:
- Nutrir tu blog con contenidos (para conseguir posicionar en Google)
- Utilizar redes sociales para promocionar tu marca
- Publicidad en Google o Facebook
- Acciones offline (eventos, charlas, networking)
- Acciones comerciales
Efectivamente, hay que salir del agujero.
Para quien piense que por tener una web y un copy increíble va a vender automáticamente… le aconsejo que lea este post de mi compañera Carolina Lacruz y abrirá al fin sus ojos.
Y es que nos dan mensajes equivocados cada día. No me extraña que cada vez nos cueste más confiar en la gente.
¿Por qué las plantillas no sirven para tú negocio?
Otro de los mensajes que veo cada dos por tres es:


Ahora mismo estoy oyendo en mi cabeza una vuvuzela gigante que me advierte ¡MENTIRA! (por si no sabes lo que es una vuvuzela) es esa trompeta larga que usan en los estadios de fútbol y que pega un trompetazo de muerte.
Las plantillas no sirven para nada. Como mucho para poder hacerte una idea de una estructura de base, pero nada más.
Cada negocio es genuino y no hay nada menos autentico que una plantilla. De verdad, no las uses porque tan solo vas a conseguir parecer un ro-bot más.
Hace tiempo publiqué en mi Instagram dos emails que llegaron a mi bandeja de entrada. Uno detrás de otro. El mismo día, la misma hora, con idéntico mensaje:
Como diría mi queridísimo Victor Küppers, coño coño coño, ¡al menos currate un asunto diferente!
Lo único que logramos con utilizar platillas es deshumanizar un mensaje, y de esto se dan cuenta las personas. Más que menos, todos estamos ya acostumbrados a recibir mensajes publicitarios (ahora también vía email).
Mi consejo para tus secuencias de email marketing. Si por ti mismo no te ves capaz de escribirlas, no compres plantillas, contrata un copywriter.
No copies a los demás. Eres único, busca tu valor
Al hilo de esto de ser «nuestra propia marca», hace un tiempo tuve que escribir unos textos para una clienta que necesitaba vender sus servicios profesionales como auxiliar administrativa.
Quizás estés pensando que un administrativo es la cosa más gris que puede existir, pero siempre hay maneras de encontrar ese valor diferencial (lo que los copys llamamos «propuesta de valor»).
Nota: si es imposible, también puedes optar por contar algo que nadie haya destacado antes.
El caso es que, cuando le solicité la información que necesitaba, me contestó con un cuestionario repleto de “corta pegas” y refritos de otras webs.
Recuerdo que le dije: «No hagas esto, no copies. Tú eres diferente y juntas vamos a trabajar para encontrar eso que te hace especial, ese valor con el que tan solo tú vas a destacar sobre tu competencia, con tu propio tono de voz».
Es muy fácil visitar páginas de nuestra competencia y hacer un “copy paste”, o pensar que lo que a otros les funcionó bien nos valdrá para nosotros.
Hasta podría llegar a entender que cuando uno está empezando, se fije en otros perfiles similares al suyo para inspirarse, pero copiar nunca es buena idea.
Por respeto a los demás, porque no funciona, porque Google penaliza… y así podría estar hasta mañana dándote razones.
La inspiración no viene del aire
El trabajo de un copywriter no consiste en sentarse, esperar a que la inspiración te llegue y escribir un texto maravilloso, ojalá funcionase así, pero no.
Ya te lo contaba hace algún tiempo en este post, donde te explico paso a paso cuáles son las fases de trabajo de un copywriter, con todo el trabajo previo que llevamos a cabo antes de sentarnos tan siquiera a escribir.
70% investigación
20% escritura
10% edición
Sinceramente, mis clientes no disponen ni del tiempo, ni de los conocimientos ni de las ganas de ponerse a hacer todo este trabajo, es más, se sienten muy aliviados de que yo lo haga por ellos.
Porque sin esa fase previa de investigación, sería prácticamente imposible conseguir resultados tangibles. Aquí no se trata de cuestión de suerte.
La gente no compra el producto, te compra a ti
Cuando un cliente me contacta por la web suele comentarme cosas así: “Es que cuando leí tus textos, me transmitiste cercanía, confianza, simpatía… pensé, esta tía parece maja”.
Y la verdad, que os voy a contar, mola mucho, porque es lo que pretendo transmitir con ellos.
Primero van a la home, después directamente al “Sobre mí” y por último, ven el porfolio de trabajos. Son las páginas más visitadas y por eso intento cuidarlas al máximo, en cuanto a textos se refiere.
Una de las principales labores de un copywriter es saber captar esa esencia única que todos tenemos. Sobre todo en negocios unipersonales, donde es el propio emprendedor quien tiene que vender sus servicios. Tú y solo tú serás tu propia marca.
Y es que las personas somos así, necesitamos que el profesional en el que vamos a depositar nuestra confianza y nuestra pasta (dicho sea de paso) nos caiga bien.
¿Le pagarías 1000 euros a un borde? Yo desde luego, no.
Tenemos que aprender a bajarnos un poquito del pedestal y tratar a las personas con empatía. ¡Y contratar un copywriter para que sepa transmitir lo mejor de nosotros mismos!
Créeme, siempre se ve mejor desde fuera.
Cuando decides hacer reformas en tu casa… ¿Las haces tú mismo?
En 2014 me compré una casa vieja, y la reformé de arriba abajo.
Recuerdo que buscamos a varios contratistas para pedir presupuesto, ver referencias… Finalmente nos quedamos con tres.
Después de una entrevista personal con los tres, elegimos a uno (el que mayor confianza nos transmitió) y no era el más barato.
Por suerte y con los inconvenientes típicos de una obra, en cuatro meses tuvimos nuestro piso reformado y el contratista cumplió con nuestras expectativas, pues supo estar a la altura y cumplir con lo que para nosotros era más importante, el tiempo.
Lo que te quiero decir con esto es que cada trabajo tiene su dificultad y que por algo existen profesionales que se dedican a ello.
Al igual que a mí no se me ocurriría ponerme a cambiar tuberías o a tirar muros, no comprendo por qué en Internet, parece que todo se pueda hacer de manera profesional con cursos de 495, perdón, de 497 euros.
Todos podemos aprender, faltaría más.
Yo soy la primera que hago cursos para mantenerme al día en el sector del marketing digital, copywriting… porque me encanta aprender y considero que es importante para mi profesión, pero eso es una cosa y otra bien distinta pretender ser “profesional” en todo.
Si quieres calidad, no te conformes con menos. Contrata un copywriter profesional
Porque se va a implicar al 100% en tú negocio.
Porque te va a conocer mejor que tú mismo.
Porque sabe lo que está haciendo, y controla todos los conocimientos clave para que obtengas resultados con tus textos.
Porque seamos sinceros, no siempre tenemos tiempo de sentarnos a escribir y necesitamos ese tiempo para centrarnos en cosas más importantes en nuestros negocios (bueno, en mi caso, escribir es mi negocio).
Porque tenemos que aprender a confiar en los profesionales, por muy Juan Palomos que seamos.
Así que ya lo sabes, si necesitas escribir o mejorar los textos de tu web, perfiles de redes sociales, emails o guiones para vídeo… Si necesitas contratar un copywriter profesional que te ayude y valoras todo este proceso de trabajo, ¡te espero encantada!
¿Qué te ha parecido este artículo?, ¿tú también eres un poco Juan Palomo, o prefieres dejar tareas que desconoces en manos profesionales? Cuéntamelo en los comentarios.
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Copywriter web por vocación y redactora por pura pasión, escribo desde el paraíso para todos mis clientes, transmitiendo con palabras el enorme valor de sus negocios. Si quieres alquilar mis palabras, déjame un mensaje y nos ponemos a trabajar ¡más rápido que canta un gallo!
6 comentarios en “¿Por qué deberías contratar un copywriter profesional para que redacte tus textos?”
Noelia, se puede decir más alto, pero no más claro. Como muchas veces te he dicho, cuando monté mi web lo que más me costó fue escribir los textos. Por eso ahora que estoy con el rebranding tengo muy claro que no vuelvo a hacer el Juan Palomo…. y quien mejor que tú para escribirlos!
Hola Ana
Ya sabes que a mí me pasa exactamente lo mismo con el tema del diseño. Aprender es maravilloso, pero para hacer un buen trabajo lo ideal es hacerlo con profesionales, como tú. Gracias por tus palabras, tan sinceras como siempre 🙂
Querida Noe, un aplauso enorme por este artículo que deja muy claro cuáles son las ventajas de un trabajo profesional. Y debo decir que suscribo cada una de tus palabras.
Pero ¿quién puede creerse que solo con un cursillo ya va a escribir al nivel de un profesional que dedica 40 horas hábiles a la semana a su negocio, que es escribir para sus clientes?
La verdad es un argumento de venta un poco flaco, pero aparentemente funciona.
Y no tengo nada en contra de la formación, a mi me encanta aprender, pero sé perfectamente los límites de cada cosa.
Me parece que ya es hora de que vayan cayendo algunos mitos o verdades a medias que no ayudan para nada, ni al marketing digital ni al sector del copywriting y que solo confunden y producen desconfianza.
Felicidades por este excelente post!
Hola Ariadna
Muchísimas gracias por tus palabras, me hacen sentir que no estoy sola en esta batalla. Siempre he pensado que todo profesional merece su reconocimiento. Desde el fontanero que nos arregla una pérdida de agua, hasta cualquier profesional al que contratemos para hacer una tarea que a nosotros «nos cuesta la vida». Sé que nuestros clientes nos lo reconocen a menudo, pero no está de más recordarlo de vez en cuando… ¡Gracias por tus palabras!
Totalmente de acuerdo con cada una de tus palabras llenas de coherencia.
Creer que tu mismo lo puedes hacer en un ratito es la trampa que nos pone el deseo de inmediatez alimentado por el súper aclamado recurso de «tocar el punto de dolor» del profesional que nos quiere vender un curso.
En todos los sectores hay Juan Palomo y en este del marketing digital que es muy joven todavía, pues falta experiencia y maduración, aunque sin lugar a dudas que llegará como han llegado las listas de espera a los mejores restaurantes (cuando todo el mundo sabe cocinar e Internet está lleno de recetas rápidas) o a los salones de uñas (cuando en cualquier bazar puedes comprar un esmalte a un precio simbólico.
Ya nadie duda de que la comida en un buen restaurante está mucho más rica ni de que las uñas quedan más bonitas y duran más cuando lo hace un profesional.
En fin, errores de un sector adolescente en los que algunos nos esforzamos por ser responsables.
Hola Vero,
Tu comparativa con el restaurante me ha hecho pensar en algo que hace años me dijo un compañero de trabajo y nunca pude olvidar: «Quieren gourmet a precio de Mc Donalds» por aquel entonces se refería a que nos exigían la máxima excelencia a cambio de un sueldo mísero… Pero lo mismo podríamos aplicarlo perfectamente a este sector, tan novedoso como desconocido y a veces, algo ingrato. Si quieres gourmet, hay que pagar lo que vale. Obtenemos resultados en función a lo que estamos dispuestos a invertir. Te mando un abrazo.